Los rhipsalis son cactus, pero no provienen de ninguna zona desértica sino de los bosques tropicales y subtropicales. Son epífitos de largos y finos tallos que cuelgan de las ramas de los árboles. Con su aspecto de despeinadas pelucas, los rhipsalis se han ganado un lugar entre las especies de interior más apreciadas. Han sido la Planta del Mes de octubre de la Oficina Holandesa de Flores.

En la familia de los cactus, las especies del género Rhipsalis son particularmente singulares. Tienen preferencia por los ambientes húmedos, muy luminosos y temperaturas cálidas (soportan hasta -1º, zonas 10-11). No toleran el sol directo, que les produce quemaduras, ni tampoco las heladas, que acaban con ellos.

Los rhipsalis lucen una abundante ramificación, a menudo muy entrecruzada. Como no han tenido que defenderse de los herbívoros, tampoco suelen tener espinas, con algunas pequeñas excepciones y siempre en la juventud. Pero, además, los rhipsalis son cactus epífitos: en origen crecen sobre las ramas de los árboles, desde las que cuelgan sus largos, delgados y carnosos tallos (es una suculenta, como todos los cactus) en forma de desordenada cabellera. Otros se han adaptado a vivir sobre las piedras (litófitos).

Cuidados básicos

Los rhipsalis no son plantas muy exigentes, no precisan de mucho riego y en zonas cálidas como la costa tropical de Andalucía y Canarias deben mantenerse dentro de casa mucha parte del año, como planta de interior.

  • Precisan de un lugar cálido y luminoso además de cierta humedad, y protegerlas de las corrientes de aire.
  • La temperatura ideal sería entre los 18 y 20 ºC. En invierno no debería bajar de 10ºC.
  • Necesitan un suelo rico, fresco, ácido y bien drenado. Se puede utilizar sustrato para orquídeas.
  • El riego debe ser regular dejando que la tierra se seque entre riegos para evitar encharcamientos. En verano podemos pulverizar cada dos o tres días con agua libre de cal.
  • Junto al riego le proporcionaremos abono para cactus (es pobre en nitrógeno) una vez al mes.
  • En primavera y verano se reproducen fácilmente mediante esquejes.


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