¿Qué es un jardín sostenible? Un jardín sostenible es un jardín respetuoso con el medio ambiente.
Te damos cinco útiles consejos para convertir tu jardín en uno sostenible, respetando al máximo el medio ambiente, y haciendo un uso razonable de los recursos necesarios para su desarrollo.
Primero
Vamos a empezar escogiendo las plantas que mejor se adapten a las condiciones climáticas y de suelo de donde vivimos. Esto hará más fácil el desarrollo y mantenimiento de nuestras plantas. Todos conocemos bien el clima de nuestra zona pero ¿sabemos cómo es el suelo en el que van a vivir nuestras plantas? ¿Es arcilloso o arenoso, ácido o básico? Mucha gente no tiene esto en cuenta, pero para nosotros es crucial y por ello queremos hacer foco en este aspecto, mientras más sepamos sobre el lugar donde crecerán nuestras plantas mejor, ya que podremos elegir bien las plantas que plantaremos.
Por una parte el suelo puede ser arcilloso o arenoso. Según cómo sea la retención de agua será diferente. Los suelos arcillosos suelen drenar mal, retienen más la humedad y son pobres en oxígeno. Si es más bien arenoso el agua se filtra fácilmente a las capas más bajas. La planta no tiene tiempo de absorber los nutrientes y crece con más dificultad. Para saber si el suelo es arcilloso o arenoso cogeremos un puñado de la tierra y lo mojaremos un poco hasta hacer un churro de unos 10 cm de longitud y 1 o 2 cm de diámetro. Observaremos bien si se deja modelar como la arcilla o si se resquebraja. Si ocurre lo primero será arcilloso. Si no, arenoso.
En los suelos arcillosos los riegos deben ser abundantes pero espaciados mientras que en los suelos arenosos los riegos deben ser más cortos pero más frecuentes. Si el suelo es muy arcilloso o demasiado arenoso deberemos corregirlo para favorecer el buen crecimiento de la planta. Para mejorar un suelo arcilloso añadiremos arena y materia orgánica (ejem: mantillo, estiércol, humus, compost…). Para mejorar un suelo arenoso se debe añadir turba negra (ejem: sustrato) y también materia orgánica.
También es importante saber si el suelo es ácido o básico. Esto se mide con un aparato muy sencillo que podéis comprar fácilmente, en Oasis Garden está disponible. Los suelos calcáreos suelen ser básicos mientras que los suelos arenosos o los muy ricos en materia orgánica suelen ser ácidos. El pH condiciona la solubilidad de los elementos nutritivos como el calcio, magnesio, hierro, zinc por eso es muy importante conocerlo. Debemos conocer el pH del suelo para plantar plantas que se adapten a él. Plantas como la hortensia, azalea, camelias, rododendros necesitan suelos ácidos. Si queremos plantar estas plantas tendremos que añadir sustrato para plantas acidófilas. En nuestra zona el clima es mediterráneo con veranos calurosos e inviernos suaves y el suelo es en general arenoso y básico.
En un jardín sostenible en nuestra zona debemos favorecer las siguientes plantas:
- Árboles: árbol del amor, ciprés, cítricos, encinas, olivos, palmeras, pimentero falso, roble, tamarindo, algarrobos, jacarandas, mimosas, sauces,….
- Arbustos y trepadoras: adelfa, aloe, bignonia, durillo, hibisco, lantana, plumbago, madroños, cycas, aromáticas, pitosporo, teucrio, buganvilla, hiedra, jazmín,….
- Plantas de flor: geranios, murcianas, crisantemos, begonias, plantas tapizantes (diente de león, uña de gato), petunias, pensamientos, ciclamen.
No olvidar de averiguar si las plantas que se escogen necesitan más sol o sombra y plantarlas en el lugar que les corresponda!
Segundo
Diversifica!! ¿cuantas veces hemos querido que nos dijeran esto verdad? No es un consejo financiero o de empresa, hablamos de variedades de plantas.
Cuantas más especies diferentes plantemos, mejor preservaremos la diversidad. Con ello evitaremos la proliferación de plagas, enfermedades y favoreceremos la presencia de todo tipo de animales beneficiosos.
Tercero
En un jardín sostenible debemos ahorrar agua y también debemos agrupar las plantas que necesitan la misma cantidad de riego e intentar poner en una zona más protegida del sol las que más agua necesitan, para evitar la evaporación del agua por el calor. Cavar el suelo elimina la capa compactada de la superficie, que evita que el agua se filtre bien y aumenta la evaporación. Además permite airear el suelo y suprimir las malas hierbas que le quitan el agua a la planta. Esto hay que realizarlo a menudo, especialmente en periodo de crecimiento de las plantas.
Aportar materia orgánica para mejorar la retención de agua. Puede ser muy útil la turba, el mantillo, el humus o el guano que hacen que el suelo sea más esponjoso. Debemos acolchar las superficies para proteger las plantas en invierno y también para limitar la evaporación de agua especialmente en verano, además evita el crecimiento de las malas hierbas. Se pueden utilizar telas y plásticos biodegradables también, que aunque no son muy estéticos, cumplen bien su función. Conviene utilizar los sólo en pendientes para evitar además la erosión de la tierra.
Los acolchados más recomendados son los compuestos por elementos vegetales que se convierten en humus poco a poco. Los hay de vida larga, como los restos de poda o la corteza de pino recomendado para las vivaces, y de vida corta, como los restos de siega de césped o las pajas de cereales recomendado para las plantas de temporada. La corteza de pino es la más empleada por su disponibilidad en sacos grandes en los centros de jardinería.
Otra opción son los acolchados minerales, piedra volcánica, marmolinas, bolas de arcilla etc. Éstos no se degradan y por tanto no hay que reponerlos con el tiempo. Los utilizaremos especialmente en zonas que no necesiten mucho trabajo del suelo. También podemos utilizar plantas tapizantes como la hiedra, la lantana, la aptemia, etc.
Es mejor un riego largo y abundante que breve y frecuente, ya que las plantas desarrollan las raíces más profundamente y se hacen más resistentes a la sequía. En invierno hay que regar temprano, antes de la salida del sol y en verano antes de la puesta del sol preferiblemente ya que el riego nocturno, favorece la proliferación de enfermedades. Para facilitarnos esta tarea, lo mejor es instalar un riego automático y programar el tiempo de riego y la hora más adecuada en cada momento.
Debemos recuperar el agua de lluvia. Es además pobre en minerales y muy adecuada para todo tipo de plantas. Lo mejor es colocar un depósito bajo el canalón de drenaje del tejado. En Oasis Garden puedes encontrar estos depósitos, cada vez más estéticos y prácticos. En las plantas en macetas o jardineras hay que adaptar el tamaño del contenedor a la planta. Evitar contenedores demasiado pequeños que haya que regar con mucha frecuencia. Utilizar dobles macetas es buena idea, las raíces estarán más frescas. Utilizar sustratos con retención de agua más elevados que ahorra hasta un 40% de agua.
Cuarto
El jardín sostenible también debe ser abonado, ahora bien, lo importante es utilizar la dosis recomendada y respetar las pautas de utilización. Si se emplean teniendo en cuenta estas recomendaciones los abonos no contaminan y en cambio permiten obtener plantas sanas y vigorosas más resistentes a plagas y enfermedades, cosechas abundantes y floraciones espectaculares. Recordamos que los principales elementos nutritivos que contienen los abonos son el nitrógeno (favorece el crecimiento de la planta, el desarrollo y coloración de las hojas), el fósforo (estimula el crecimiento de las raíces, la floración y la fructificación) y el potasio (mejora la asimilación de los nutrientes, mejora los frutos y aumenta la resistencia frente a heladas, sequía y plagas y enfermedades). Además absorben también calcio, azufre, sodio, magnesio en pequeñas cantidades.
Los abonos pueden ser orgánicos, minerales o combinados. Los orgánicos proceden de subproductos de vegetales o animales como el guano o el cuerno triturado por ejemplo y actúan de forma más lenta. Los abonos minerales son sustancias de origen mineral producidas por la industria química que se asimilan más rápido. Los abonos orgánicos no son más sostenibles que los minerales, que sea más o menos sostenible depende de su utilización. Es fundamental utilizar la dosis correcta y aplicarlo del modo indicado en el envase. Cuando compramos un abono tenemos que fijarnos que explique bien el modo de empleo y la dosis necesario. Si tenemos duda, preguntaremos en lugares especializados como Oasis Garden.
Nos fijaremos en que no contenga metales pesados (mercurio, plomo, arsénico, cadmio,…) que contaminan el suelo. El abono no debe contaminar el agua para ello el nitrógeno no debe estar en forma de nitratos que se disuelven fácilmente antes de que los asimile la planta y pueden pasar a las aguas subterráneas.
Quinto
Intentaremos evitar las plagas y enfermedades con buenas prácticas de jardinero. En el caso de que la planta contraiga una enfermedad o sea atacada por alguna plaga, habrá que tratarla con el producto más específico posible para esa enfermedad o plaga. Siempre que sea posible utilizaremos productos permitidos en agricultura ecológica y los utilizaremos en la dosis y forma que indique el envase.
Si hemos escogido las plantas adecuadas, hemos corregido el suelo, regamos correctamente y abonamos bien, nuestras plantas serán fuertes y no serán atacadas por plagas ni enfermarán tan fácilmente. Cuando compres plantas, observarlas bien y evita llevarte una planta enferma a casa.
Hay que favorecer una buena ventilación entre las plantas, para ello hay que respetar las distancias de plantación recomendadas y limpiar las zonas internas de las plantas. Limpiar regularmente las plantas: quitarles las hojas secas, eliminar los frutos u otras partes enfermas, quitar las malas hierbas. Es importante efectuar las podas en el momento adecuado y cubrir las heridas grandes con pasta cicatrizante.
Regar evitando mojar las hojas, sobre todo en verano. En el huerto haremos las rotaciones de cultivo para no empobrecer tan rápidamente los suelos. En un jardín sostenible es fundamental tomar el hábito de inspeccionar regularmente las plantas para detectar de forma precoz la presencia de plagas y enfermedades y evitar tener que hacer tratamientos más fuertes. Es muy importante hacer un diagnóstico correcto para evitar el uso de tratamientos ineficaces. Si tenéis cualquier duda traednos unas hojas de la planta afectada y en Oasis Garden os haremos el diagnóstico.
En un jardín sostenible cuando una planta está enferma o tiene una plaga debemos tratarla. y en algunos casos podremos elegir el producto menos dañino para el medio ambiente. En un jardín sostenible no se recomienda utilizar productos de amplio espectro, es mejor utilizar productos específicos para la plaga o enfermedad existente.
Os animamos a disfrutar de esta interesante actividad, un proceso apasionante para los amantes de las plantas que seguro, cautivará a los no iniciados en la jardinería. Te invitamos a tener un jardín sostenible y ser responsable con nuestro planeta.
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